En casi 2 semanas de trabajo prácticamente desapareció la torre inclinada del templo católico Corazón de María en Linares.
La estructura lucía amenazante para transeúntes y comerciantes establecidos en calle Maipú, entre Freire y San Martín, desde el terremoto del 27 de febrero, generando constante preocupación de derrumbe. Las faenas lucían este fin de semana, casi completas en un 100 por ciento, lo que trajo mayor alivio.
En todo caso, la empresa Flesan a cargo de las tareas de demolición de la estructura, permanecería durante las próximas horas en el lugar, para finiquitar detalles en cuanto a evitar el desplome de muros y analizar cómo bajar la torre oriente, que genera un contrapeso al edificio.
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