Se acerca el invierno y la situación hospitalaria en las zonas de catástrofe se ponen críticas, preparándose para una difícil época invernal con déficit de camas.
Y es que el hacinamiento y las condiciones precarias en que los damnificados están viviendo, ya sea en carpas y mediaguas facilita el contagio de enfermedades y los expone a cambios de temperaturas.
Afortunadamente el Hospital de Linares que ahora pasó a ser regional, hasta el momento se encuentra preparado y con una alta disponibilidad de camas para afrontar un duro invierno.
De las 1.900 camas que tenía la red de salud del Maule antes del terremoto, quedan sólo 800 disponibles, lo que equivale a un 42% y además están inutilizados los hospitales de Curicó, Hualañe, Talca, Constitución, Parral y Cauquenes por lo que las derivaciones, en su mayoría debieran llegar al de Linares.
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