Los municipios de la provincia y la Gobernación están trabajando en conjunto para que los albergues estén funcionando de manera correcta antes de que lleguen las lluvias a la zona.
La idea es estar preparados para evacuar familias hasta un centro de acogida temporal.
Hasta antes del terremoto en la provincia había colegios destinados para estas situaciones, pero hoy la realidad es otra. Y es que los alumnos no pueden perder más clases y se tomó la determinación de que sean las instalaciones de juntas de vecinos y gimnasios los que funcionen como albergues.
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