miércoles, 13 de enero de 2010

COMERCIANTES AMBULANTES NIEGAN MANO BLANDA CON ELLOS Y ESPERAN AUDIENCIA CON EL ALCALDE

En espera de audiencia con la máxima autoridad comunal, representantes de los comerciantes ambulantes de calle Brasil y el paseo peatonal Virgen del Carmen, refutaron la argumentación de la Cámara de Comercio local, respecto a una eventual mano blanda con esta actividad.

De hecho, indican todo lo contrario: están inquietos porque esperan que la ordenanza municipal no impida que en los 250 cupos predispuestos para vendedores callejeros, sean incluidos los casos sociales y, además, personas de clase media que necesitan de esta labor para el sustento familiar.

Los comerciantes ambulantes fustigaron a la Cámara de Comercio y a sus asesores: ellos son personas que llevan años ejerciendo la actividad, no amparan la delincuencia y sus permisos están en regla.

En medio de esta guerra, el Municipio continúa con el proceso destinado a regularizar la evaluación social de los comerciantes ambulantes y dar cumplimiento a partir de febrero próximo, de la ordenanza que prohíbe la venta de alimentos en el casco antiguo de la ciudad.

COMERCIANTES ESTABLECIDOS EN GUERRA

En tanto, en el otro lado de la vereda, los comerciantes establecidos dicen que el Municipio, mediante su ordenanza, sólo está administrando pobreza.

En conferencia de prensa, manifestaron que las políticas para regular la venta de productos en la calle, contenida en la ordenanza municipal número 3025, de fecha 30 de octubre de 2009, lo único que hacen, es perjudicar a los establecidos y no hacer de Linares una ciudad atractiva para turistas.

El asesor jurídico de la entidad gremial, abogado Rodrigo León Pinto, incluso agregó que la corporación edilicia está legitimando una actividad ilegal, si su pretensión es mantenerla en las calles.

La respuesta desde el municipio, fue breve pero concisa: invitaron al gremio a ser propositivo más que crítico. La Cámara de Comercio de Linares desafió al concejo municipal a plantear estas materias de interés para la comunidad, mediante un plebiscito y que los ciudadanos decidan sobre la permanencia o no del comercio ambulante en el sector céntrico de la ciudad.

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