Tomando “tecito” aún a las 10:00 de la mañana, pasaban las horas los funcionarios de la salud primaria de consultorios municipalizados, que también se plegaron a la movilización de empleados públicos.
El panorama en estos recintos no podía ser más que negativo. En el CESFAM San Juan de Dios, por ejemplo, se encadenaron los accesos y se negaron las prestaciones básicas a la comunidad, de preferencia, usuarios de escasos recursos. La exigencia de personas desesperadas por atención, les obligó a abordar casos de urgencia.
Lo más grave es que otros testimonios recogidos por medios radiales, hablan de negación de entrega de medicamentos fundamentales para pacientes diabéticos.
Las autoridades de Gobierno calificaron el paro de funcionarios públicos y de la salud como una molestia para los usuarios, mientras que en diversos portales electrónicos en internet, la opinión es una sola: los empleados fiscales son los únicos que reciben reajuste año tras año a diferencia del común de chilenos, bonos luego de marchar por las calles, que no se condicen con la atención diaria.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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